La voluntad de Poder y nuestro problema.-
El intentar trazar coherentemente los hilos de los
recientes acontecimientos me ha mantenido examinando profusamente textos que
analizan la condición humana. Luego de leer el artículo <<En la oscuridad>>
de Milagros Socorro (http://milagrossocorro.com/2014/04/en-la-oscuridad/),
me identifico en la profunda angustia de no encontrar la punta del ovillo, sabiendo
que las diferentes acciones que se ensayan no tienen (al menos de manera evidente)
una constitución sólida que nos pueda ayudar a construir un puente hacia la
salida de la crisis.
Preguntas sin respuesta en cuanto a los que actúan
a favor del régimen… ¿No les genera suspicacia el hecho de que se haya dado pista
libre a quienes han privilegiado a sus anchas su propio peculio sin mayores
consecuencias penales? El que se otorguen prebendas y se permita el uso
conveniente y maniqueo de las leyes, mientras en trasfondo quienes manejan los
hilos están profundizando en fines de dominación en mayor escala. Ante la
protesta estudiantil, ¿Qué ven nuestros jóvenes que les anima a asumir con
tanta fortaleza una lucha groseramente desventajosa y sobre la que se ordena reprimir
con tan contundente violencia? ¿Por qué no nos causó alerta el que se haya
introducido la ficción lingüística de “Fuerza Armada – Pueblo”? ¿El hecho de
llevar uniforme y pertenecer a una determinada “clase” les enajena de su propia
condición de <<pueblo>>, con qué propósito se induce esta idea? ¿Acaso no estamos todos sumidos en el
mismo huracán de violencia, pobreza e indigencia humana? Una vez en evidencia
la injerencia del régimen castro-comunista más allá del simple control de
nuestro sistema de identificación, notarías y registros, puertos y comercio
exterior además de la “asesoría” militar, ¿Cómo pueden prestarse a servir a un propósito
que a fin de cuentas compromete la soberanía de la nación que pagaron nuestros
ancestros con sangre y esfuerzo como precio por la libertad?
Causa desconcierto la escala de crueldad contenidos
en los testimonios de jóvenes apresados por las <<fuerzas del orden>>.
Recuerdo momentos de mi infancia en la que mi abuelo me contaba historias que su
padre a su vez le contaba en la que <<no había personas más crueles que
los caporales que surgían de la misma hacienda>>. De manera ingeniosa,
los hacendados escogían entre los labriegos, aquellos con una particular vocación
al mando de modo opresivo y carentes de escrúpulo, que fácilmente podrían
ejercer sobre sus iguales. De algún modo esta fórmula les representaba una
eficiente forma de dominación sobre sus trabajadores. A sazón de las diferentes
narraciones que hemos visto y escuchado producto de las recientes
manifestaciones, y reforzado por algunas declaraciones en cuanto a la
participación de infiltrados de origen cubano en los diferentes grupos de
choque que el régimen ha empleado, he revisado notas con relación a un estudio
realizado por la Universidad de Stanford en el sentido opresor-víctima y que han
sido poco divulgados dada la connotación ética de la investigación, no obstante, su significado tiene relevancia para el análisis de casos como el que vemos hoy
en nuestro país.
En un primer estudio realizado por el Dr. Stanley
Milgram en la Universidad de Yale en 1963 y que fue suspendido por el decanato
ante las implicaciones éticas del experimento, más tarde en 1971 fue logrado
por un psicólogo de la escuela de Stanford. Patrocinado por la Marina de USA el
Dr. Phillip Zimbardo (colega y amigo de Milgram) realizó una similar investigación en la Universidad de Stanford cuyo propósito era indagar las
relaciones establecidas en el sistema penitenciario de ésta ciudad. Para el
estudio se seleccionaron a 24 hombres entre 70 candidatos con características
similares en lo físico, emocionalmente estables, todos estudiantes universitarios
los que se sometieron a diferentes tests de personalidad para descartar
elementos patológicos, adicciones o historial de violencia en su conducta. Se
dividió al azar el grupo quedando doce individuos que representarían los
guardias de seguridad y doce que serían los prisioneros. Los seleccionados se
les asigno una paga de 15$ por día para el ensayo. Se habilitó el sótano de la
escuela de psicología de la universidad para realizar el estudio.
Los guardias se dividieron en dos grupos que
harían relevos en sus horarios y se dotaron de macanas de goma y uniforme
estilo militar. Los prisioneros fueron dotados de las tradicionales vestimentas
para reos, zapatillas de goma y se sustituyó su nombre con un número. De este
estudio a nuestro ejemplo vale destacar la disposición hacia el uso autoritario
del rol de guardia al asumir la autoridad como un elemento que otorga
superioridad. El uso de los sanitarios fue usado como elemento de castigo, los
colchones eran suprimidos como medidas disciplinarias a “los malos”. De acuerdo
al estudio, un tercio de los individuos que desempeñaban el rol de guardias desarrollaron
actitudes consideradas “sádicas” y este comportamiento era adoptado
principalmente en las noches, tal vez porque consideraban que había poca
vigilancia, no obstante estaban siendo grabados mediante un sistema de cámaras.
Por otro lado, los prisioneros se sometieron al trato abusivo y la degradación como
ser desnudados a la fuerza, limpiar los excusados sin equipos para este
propósito, trato humillante y suprimir los alimentos como castigo. El
experimento programado para quince días, al día seis debió ser abortado por
cuanto se estaba evidenciando afectación psicológica sobre algunos de los
miembros del grupo.
Intentar encontrar explicación a la lógica de
quienes defienden un régimen que ha demostrado ser incapaz de brindar mayor
grado de bienestar a los ciudadanos suscritos al <contrato social> que
representa la Constitución de Venezuela, no obstante el crecimiento de los
ingresos de la renta petrolera en más de mil millones de dólares, la deuda de la
nación se ha multiplicado hasta alcanzar en el año 2013 a 115.282 millones de
dólares, sin contar la deuda corriente de PDVSA[1].
El descenso vertiginoso de nuestra competitividad en los mercados a escala
mundial consecuente del rezago tecno-científico de nuestro parque industrial,
el descalabro de nuestra principal industria que descendió del puesto número
cinco a rangos insospechados debido a la falta de inversión, al manejo inexperto
que ha propiciado accidentes tales como los de las diferentes refinerías, en
especial el del bloque de almacenamiento 23 de Amuay. Y lo más grave… la
descomposición social ciudadana que ha devenido en más de doscientos mil víctimas
en sucesos violentos durante los tres lustros de mandato, todo indica que no
hay capacidad para el progreso.
El desarrollo de la conciencia vs. la voluntad de
poder parece ser la clave en la problemática en el ahora de nuestro país. Es
difícil aceptar que quienes se lucran a expensas de su participación ventajosa
en los núcleos de poder, no puedan avizorar que dicho beneficio es efímero por
cuanto al lesionar la fuente de donde obtiene el beneficio, más temprano que tarde,
dicha fuente acusará el daño. El beneficio del trabajo colectivo y el esfuerzo
conjunto ha sido la clave para que las naciones del primer mundo alcancen un
nivel de vida justo y sostenible. El ejemplo de Japón, Alemania, incluso
naciones con tendencia socialista (no absolutistas) como Suecia y los países
escandinavos y en nuestro continente Chile y la vecina Brasil cuya bandera
proclama: “Ordem e Progresso” marcan
una importante diferencia de orientación con relación a nuestro problema. ¿Son
los hechos que se desarrollan una vía conducente a un futuro de orden y
progreso? ¿Qué nos depara el futuro con respecto a nuestra difícil situación?
Son preguntas que cobran cada vez mayor importancia en la discusión de nuestro
futuro hoy.
[1] http://www.elmundo.com.ve/noticias/actualidad/noticias/deuda-venezolana-alcanzo-los--115-282-millones-al-.asp
Es tan difícil como imposible intentar adivinar qué pasará. Uno puede, sin embargo, sospechar qué puede pasar, aunque con gran margen de error. Es evidente que la economía va "palo abajo", muy lejos del orden y el progreso. Es no solo fácil, sino lógico, ser pesimista. Si la mitad del país está absolutamente ciega y narcotizada por un gobierno delincuente que está acabando con el país, es muy poco lo que se puede hacer. Creo que viene la instauración de un comunismo cubano, con la respectiva cúpula de miembros de la nomenklatura y el resto de nosotros simples peleles. Si la sociedad no se une monolíticamente, al menos una mayoría notoria, no hay nada que hacer. Ya instalaron la dictadura, falta el comunismo. Así de fácil.
ResponderEliminarOtra cosa: nunca he visto análisis alguno que aclare o intente explicar en qué medida la economía se altera por la corrupción, por el robo masivo como es el caso nuestro hoy día. Es evidente que el masivo robo de capitales (que se puede evidenciar en un sinnúmero de casos y en muchos sitios, entre ellos Miami, donde los boliladrones invierten millones de USD en casas) debe alterar la economía. Si a alguien le dieron 500 millones de USD para importar comida y lo que hizo fue comprar condominios en el tan odiado imperio, eso debe incidir de alguna manera en la economía, bien a través de la escasez y los precios o bien se reflejaría en el circulante. Lo que quiero decir es que tanto robo masivo debe alterar la economía en alguna manera de la que no he visto nunca análisis alguno en la prensa.