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Mostrando entradas de enero, 2013

Los siete pecados capitales.-

Hace cuarenta años, Alianza Editorial publicó un libro de Fernando Díaz-Plaja, titulado: “El Español y los siete pecados capitales”. Este ensayo escrito en clave de humor analiza en casi trescientas páginas, las principales –falencias- que han caracterizado la personalidad del español común. Esta analogía a la obra la considero pertinente, por cuanto la personalidad del venezolano se constituye magníficamente semejante a la descrita por Diaz-Plaja. Y es que (dentro de nuestro collage de razas, indígena, africana y española), llevamos la genética ibérica transfundida desde la época de la colonia a nuestra estirpe, por lo que no nos es extraño la semblanza de éstas en nuestra sociedad.  Más allá de una mera interpretación religiosa, resulta interesante como ejercicio de reflexión sobre nuestra sociología hoy con mayor urgencia, ante la situación de nuestra sociedad cada vez más disminuida en sus valores y siguiendo la senda desesperanzadora que en mucho tiene que ver con esta violenta

De nuestra dicotomía política entre Capitalismo y Socialismo.-

Antes de entrar en materia, quisiera que los puristas que lean este artículo, lo vean como una primera aproximación a un tema profundamente complejo, el cual ha sido motivo de innumerables exámenes y desarrollos conceptuales, sobre los que me sentiría honrado de analizar y discutir con quien a bien tenga, aportar a la discusión en un ámbito más específico en lo sucesivo. Por ahora (frase célebre), quisiera centrarme en enunciar la hipótesis desde sus componentes básicos y la interacción que se produce y que da vida a este conglomerado social que por avatar del destino se llama Venezuela. De cómo estos actúan para darnos ventaja y  su vez se erigen como los principales enemigos del progreso y la cohesión social. Un organismo es la suma de sus partes, Gregory Bateson nos mostró como funcionan e interactúan los diferentes niveles o sub-sistemas que integran un organismo complejo y que cada cual contribuye con sus bondades y desventajas en la conformación sistémica del mismo. Por l

La virtud y las leyes.-

Preocupaba a nuestro Libertador sobre la incipiente República, al estar - Uncido el pueblo americano al triple yugo de la ignorancia, de la tiranía y del vicio, no hemos podido adquirir ni saber, ni poder, ni virtud-. Los antiguos griegos representaban la Virtud con una deidad llamada Areté y de la que aún se conserva su esfinge de magna figura y belleza en la ciudad de Éfeso, hoy Turquía. Sócrates aludía a la virtud como aquel atributo que permite al hombre distinguir o diferenciar claramente entre el bien y el mal. Platón lo atribuía a una cualidad del alma y que podía ser perfeccionada o revelada tal y como un escultor devela una hermosa escultura al cincelar progresivamente la piedra bruta, para dejar al descubierto el tesoro oculto dentro de aquel bloque sin forma. La ausencia de la virtud la atribuye Bolívar a la falta de educación o ignorancia. La acción de educar-se es una liberación como lo señala Heidegger, que permite al hombre surgir de la barbarie para alcanzar su ver